




El día 13 de Junio
es San Antonio, y la tradición popular rezaba que las bestias no trabajasen en
ese día, en honor a su patrón. Los hombres dedicaban el día a entrecavar las
patatas o el huerto. Los ganados son encerrados en quiletadas, para que duerman
más frescos y vigilados por el pastor. Era típico ver a los pastores con su
lechera transportar tan rico líquido a su casa.
Entre Mayo y Junio
se celebra la Pascua de Pentecostés, celebrándose en Larués durante dos días.
Es una fiesta muy bonita. El segundo día se va a una ermita, llamada de San
Cristóbal, que está tocando al pueblo. En ella se celebra la Misa Solemne,
volviendo a la tarde para rezar el rosario y hacer la ofrenda de flores. El
sacerdote bendice el pan y el vino. Conforme van saliendo los filigreses les es
entregado a cada uno un trozo de pan bendecido. Más tarde les darán el vino
necesario. El Ayuntamiento mata algunos corderos que, después de guisados, son
servidos en la plaza. En una mesa se instalan las autoridades con sus
invitados; en otra, los jóvenes, y en otra más el resto del pueblo.
No hace falta decir
que el vino es servido abundantemente, y los ánimos se van exaltando. A veces
tiene lugar alguna discusión, producto de los excesos. Es un día muy alegre, en
el que la gente se divierte mucho.
En esta fiesta de
Pascua, como también en la anterior, es costumbre que los mozos “enramen” con
un ramo de olivo a las chicas durante la noche. Al día siguiente ellas les
ofrecen una docena de huevos de los más frescos, para que se hagan la merienda
de Pascua. ¡Qué algarabía forman los muchachos escalando las ventanas o
balcones! Con sus buenos tragos han dejado algunos olivos desprovistos de sus
ramas.
También es muy
interesante en la vida de Larués el día de Corpus Christi. En la plaza, donde
el sol ya calienta bastante, se coloca una mesa tapada con blancos lienzos
bordados y un arco alrededor. Este día, el Santísimo es llevado en procesión
por todas las calles del pueblo, bajo un palio que es transportado por cuatro
concejales. En todos los balcones y ventanas hay colgaduras y cubiertas, lo más
bonito que hay en la casa. Las niñas van con blancos vestidos, arrojando al
Santísimo las flores que guardan en sus
bonitas cestas. Se detienen en la plaza unos minutos y en la mesa de antemano
adornada reverencian al Señor con incienso. El Himno “Cantemos al Señor”
resuena en todos los corazones.
El domingo de
Sacramento se repite la misma ceremonia, aunque con mayor sencillez.
Este mes de Junio
es bastante activo y variado. Se recogen las hierbas, que serán el sustento del
ganado y demás animales en el invierno. Deben cuidarse los pequeños huertos,
cruzar las tierras que se labraron temprano, en las que ya lucen los hermosos
cardos, y cuidar el ganado. Algunos hombres cuyas casas tienen pocos campos van
a la Ribera, donde la cosecha es más temprana, para ganarse un jornal, y así
luchan con la fiereza del sol, entre las cañas de las espigas.
¡Cómo han crecido
los corderos en esta primavera! Sus tiernos dientes se han endurecido con el
tiempo y triscan la verde hierba. Por las paúles y buyerales pastan las manadas
de yeguas y vacas, con sus potrillos y terneros. Antes del amanecer se sacaban
los bueyes a apacentar por el monte, para iniciar a su regreso las labores en
la labranza.
Llega la víspera de
San Juan. No es fiesta de guardar, pero en este día acontece algo excepcional.
Se corta un ramo de malvas y hierbas perfumadas y se llevan a bendecir. Se
cuelgan hasta el año siguiente, que serán sustituidas por otras. La tradición
las considera medicinales. En la madrugada de este día se recoge agua, no del
manantial, sino corriente, antes de la salida del sol, para que no pierda su
valor.
El día de Santa
Orosia es fiesta en nuestra Jacetania. La santa es llevada en procesión por
todo Jaca, siendo costumbres subir un concejal de cada pueblo a dicha
procesión. Después de la misa se sale a despedir, y por la tarde a recibir, con
la Santa Cruz.
San Pedro, la feria
de Jaca. Es curioso. Suben de todo el contorno para tratar con las bestias y
ganados, donde serán bien o mal vendidos, pues este dinero es necesario para
los gastos del verano. Me despido de ti, querido Junio, para saltar a tu
hermano Julio que, aunque me gustas, me vas a resultar pesado y duro.
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