LARUÉS

LARUÉS
paisaje navado

jueves, 20 de junio de 2013

UN AÑO EN LA VIDA DE LARUÉS




junio
   Junio, haces crecer los trigales día a día. Tras haber hecho la escarda y limpiar las malas hierbas en Mayo, haces subir pujantes las doradas espigas. Los ordios son más tempranos, y pasado el 20 de Junio suele el segador tronchar sus cañas. Es triste, pero el cereal nace para ser cortado y triturado. Así nos presta un gran servicio.

   El día 13 de Junio es San Antonio, y la tradición popular rezaba que las bestias no trabajasen en ese día, en honor a su patrón. Los hombres dedicaban el día a entrecavar las patatas o el huerto. Los ganados son encerrados en quiletadas, para que duerman más frescos y vigilados por el pastor. Era típico ver a los pastores con su lechera transportar tan rico líquido a su casa.

   Entre Mayo y Junio se celebra la Pascua de Pentecostés, celebrándose en Larués durante dos días. Es una fiesta muy bonita. El segundo día se va a una ermita, llamada de San Cristóbal, que está tocando al pueblo. En ella se celebra la Misa Solemne, volviendo a la tarde para rezar el rosario y hacer la ofrenda de flores. El sacerdote bendice el pan y el vino. Conforme van saliendo los filigreses les es entregado a cada uno un trozo de pan bendecido. Más tarde les darán el vino necesario. El Ayuntamiento mata algunos corderos que, después de guisados, son servidos en la plaza. En una mesa se instalan las autoridades con sus invitados; en otra, los jóvenes, y en otra más el resto del pueblo.

   No hace falta decir que el vino es servido abundantemente, y los ánimos se van exaltando. A veces tiene lugar alguna discusión, producto de los excesos. Es un día muy alegre, en el que la gente se divierte mucho.

   En esta fiesta de Pascua, como también en la anterior, es costumbre que los mozos “enramen” con un ramo de olivo a las chicas durante la noche. Al día siguiente ellas les ofrecen una docena de huevos de los más frescos, para que se hagan la merienda de Pascua. ¡Qué algarabía forman los muchachos escalando las ventanas o balcones! Con sus buenos tragos han dejado algunos olivos desprovistos de sus ramas.

   También es muy interesante en la vida de Larués el día de Corpus Christi. En la plaza, donde el sol ya calienta bastante, se coloca una mesa tapada con blancos lienzos bordados y un arco alrededor. Este día, el Santísimo es llevado en procesión por todas las calles del pueblo, bajo un palio que es transportado por cuatro concejales. En todos los balcones y ventanas hay colgaduras y cubiertas, lo más bonito que hay en la casa. Las niñas van con blancos vestidos, arrojando al Santísimo  las flores que guardan en sus bonitas cestas. Se detienen en la plaza unos minutos y en la mesa de antemano adornada reverencian al Señor con incienso. El Himno “Cantemos al Señor” resuena en todos los corazones.

   El domingo de Sacramento se repite la misma ceremonia, aunque con mayor sencillez.

   Este mes de Junio es bastante activo y variado. Se recogen las hierbas, que serán el sustento del ganado y demás animales en el invierno. Deben cuidarse los pequeños huertos, cruzar las tierras que se labraron temprano, en las que ya lucen los hermosos cardos, y cuidar el ganado. Algunos hombres cuyas casas tienen pocos campos van a la Ribera, donde la cosecha es más temprana, para ganarse un jornal, y así luchan con la fiereza del sol, entre las cañas de las espigas.

   ¡Cómo han crecido los corderos en esta primavera! Sus tiernos dientes se han endurecido con el tiempo y triscan la verde hierba. Por las paúles y buyerales pastan las manadas de yeguas y vacas, con sus potrillos y terneros. Antes del amanecer se sacaban los bueyes a apacentar por el monte, para iniciar a su regreso las labores en la labranza.

   Llega la víspera de San Juan. No es fiesta de guardar, pero en este día acontece algo excepcional. Se corta un ramo de malvas y hierbas perfumadas y se llevan a bendecir. Se cuelgan hasta el año siguiente, que serán sustituidas por otras. La tradición las considera medicinales. En la madrugada de este día se recoge agua, no del manantial, sino corriente, antes de la salida del sol, para que no pierda su valor.

   El día de Santa Orosia es fiesta en nuestra Jacetania. La santa es llevada en procesión por todo Jaca, siendo costumbres subir un concejal de cada pueblo a dicha procesión. Después de la misa se sale a despedir, y por la tarde a recibir, con la Santa Cruz.

   San Pedro, la feria de Jaca. Es curioso. Suben de todo el contorno para tratar con las bestias y ganados, donde serán bien o mal vendidos, pues este dinero es necesario para los gastos del verano. Me despido de ti, querido Junio, para saltar a tu hermano Julio que, aunque me gustas, me vas a resultar pesado y duro. 

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