La excursión es de una hora y cuarto andando a buen ritmo, algo más si se va con pequeños.
Con la ayuda de bastones para hacer más llevaderas las cuestas, un buen bocata o dos, agua (que se puede coger en el mismo parador) y algo de abrigo para la cima, ya lo tenemos todo listo para un paseo .
Y desde luego las vistas del Pirineo que se disfrutan allí arriba son inmejorables.
Os recomendamos esta excursión.
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