LUZ EN EL CAMPOSANTO
Yo por la ciudad
voy deambulando,
yo me siento sola
sola… abandonada
a mis pensamientos
tristes y vacíos
y siento el impulso
de ir a un cementerio.
La tarde está triste
lúgubre… sombría
el viento que ruge
con tristes cadencias
despojando al árbol
de sus hojas secas.
Todo es paz, silencio
en este recinto
que moran los muertos.
Mujeres de luto
van depositando
los ramos de flores
en el camposanto.
Unido a las lágrimas
van sus pensamientos
y sus oraciones
se elevan al Cielo.
Yo me siento sola,
me siento perdida.
Yo no tengo a nadie,
ni siquiera un muerto
a quien poner flores,
lágrimas o rezos.
Un niño se acerca,
despacio, llorando,
y ante un panteón
se va arrodillando.
Turbada, me acerco,
me acerco, me acerco:
labrada en el mármol
una inscripción leo.
¿Será de sus padres?
¡Pobrecito huérfano!
Avelina
Yo por la ciudad
voy deambulando,
yo me siento sola
sola… abandonada
a mis pensamientos
tristes y vacíos
y siento el impulso
de ir a un cementerio.
La tarde está triste
lúgubre… sombría
el viento que ruge
con tristes cadencias
despojando al árbol
de sus hojas secas.
Todo es paz, silencio
en este recinto
que moran los muertos.
Mujeres de luto
van depositando
los ramos de flores
en el camposanto.
Unido a las lágrimas
van sus pensamientos
y sus oraciones
se elevan al Cielo.
Yo me siento sola,
me siento perdida.
Yo no tengo a nadie,
ni siquiera un muerto
a quien poner flores,
lágrimas o rezos.
Un niño se acerca,
despacio, llorando,
y ante un panteón
se va arrodillando.
Turbada, me acerco,
me acerco, me acerco:
labrada en el mármol
una inscripción leo.
¿Será de sus padres?
¡Pobrecito huérfano!
Avelina
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